El fin de las vacaciones

Para muchos trabajadores ya se terminaron las vacaciones y hay que volver a adaptarse a la rutina. Aprenda pequeños trucos para no morir en el intento.


Las vacaciones son uno de los momentos más esperados del año, y son fundamentales para recargar energías y despejarse. Pero el regreso –o la vuelta la rutina- puede ser tan estresante que termina anulando el “efecto relax” del receso. Ya sea que te hayas ido de viaje o te hayas quedado en casa, retomar la vida normal post vacaciones puede ser shockeante y hasta generar angustia, por lo que saber cómo enfocarla es clave para empezar bien el año.

La psicóloga Eva Rodríguez asegura que lo más importante es hacer la transición. Lo ideal sería volver de vacaciones y dejarse unos días libres –o al menos uno- para aclimatarse de nuevo a la ciudad y poder organizar nuestra agenda. Ayudar al “tiempo interno”, en oposición al tiempo del reloj, es fundamental para evitar arruinar la sensación de descanso de las vacaciones.

Saber apreciar a fondo las vacaciones es otro aspecto fundamental que no siempre llevamos a cabo: a veces nos “enroscamos” con cosas insignificantes –una espera larga en la aduana o imprevistos con el alojamiento- que terminan quitándole satisfacción a la experiencia. Tomarse vacaciones es un verdadero lujo, y saber apreciar eso ayuda a mentalizarnos positivamente a la hora de volver a la rutina.

chau vacaciones

Según Rodríguez, hay algunos “ejercicios” que podemos hacer para darnos el envión que necesitamos para empezar con las actividades del año:

  • Organizate: tratá de que te quede al menos un día libre entre tu vuelta de viaje y el comienzo del trabajo para “aclimatarte” y no sobrecargarte de golpe.
  • Priorizá: no te desesperes por hacer todo apenas vuelvas. Jerarquizá lo más importante, y date tiempo para hacer después lo que no sea urgente.
  • Alargá las vacaciones: que vuelvas a la “vida real” no implica que tengas que hacer borrón y cuenta nueva. Juntate con amigas para contarles de tu viaje, elegí tus fotos favoritas e imprimilas, entregá los souvenirs que compraste. Estas actividades, por pequeñas que parezcan, ayudan a prolongar el recuerdo –y también los efectos- de tus vacaciones.
  • Agradecé: las vacaciones son un privilegio, y como tal merecen ser completamente apreciadas. A nivel nervioso, en un solo día podés arruinar el “efecto vacaciones”, así que cuando sientas que el estrés se apodera de vos, tomate un minuto para recordar y agradecer todo lo que disfrutaste durante el receso.

 

Fuente: MDZ

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