El Ministerio de Minería de la Provincia informó ayer la decisión más esperada por la comunidad de Jáchal, la suspensión de la exploración de uranio en el Área Protegida de La Ciénaga debido a incumplimientos ambientales.
Después de tanto luchar y alzar su voz ante los medios provinciales los vecinos de Jáchal recibieron la noticia que esperaban, la suspensión de una exploración minera en un área natural protegida.
Sorpresivamente en horas de la tarde de ayer el Ministerio de Minería de la Provincia, a cargo del cuestionado Felipe Saavedra, envió un comunicado de prensa en el que se informaba la decisión de «suspender la declaración de impacto ambiental a favor de la empresa Latin Uranium para la exploración minera del área de La Ciénaga». Aunque en el escueto informe no se daban mayores explicaciones del caso, sí se esgrime como argumento para esta resolución «la existencia de procedimientos que no han sido sustanciados y resueltos en relación a la petición presentada por la Comunidad del Área Protegida de La Ciénaga ante la Dirección de Conservación y Áreas Protegidas».
Aunque de esta manera se da cumplimiento a la petición de los pobladores, vale preguntarse qué hubiera pasado si los vecinos no hacían oír su voz en reclamar, nada más y nada menos, que el cumplimiento de la ley. Es que de antemano no debería haber sido aprobada este tipo de actividad, más teniendo en cuenta que se trata de minería, en un área protegida de nuestra provincia.
No quisiera pensar que por ser este un año electoral desde el Gobierno decidieron dejar en pausa (hasta después de octubre) un proyecto que generó el rechazo popular inmediato y masivo. Pero tampoco hay que pecar de inocentes y creer que recién ahora las autoridades que representan al pueblo se dieron cuenta del «error» y por eso lo «remediaron». Tengamos en claro que una «suspensión» puede ser levantada en cualquier momento.
Hoy ganó la voz del pueblo, nos quedemos con eso. Al fin y al cabo, recordar de vez en cuando qué significa la democracia nunca viene mal.
