En San Juan, la idea de poner fin al histórico acuerdo del mosto, que ha estado vigente durante 30 años, está ganando terreno. Este acuerdo, conocido como el ‘acuerdo Mendoza-San Juan’, surgió en 1994 con el objetivo de regular la producción vitivinícola y evitar excedentes que puedan afectar los precios, promoviendo así la diversificación hacia productos como el mosto, la pasa y la uva fresca. Sin embargo, hoy en día, muchos consideran que esta regulación ya no es necesaria y que es momento de permitir que el mercado se autorregule.
El ministro de Producción de San Juan, Gustavo Fernández, ha dado a conocer los argumentos que respaldan esta postura. Por ejemplo, señala que en la temporada reciente, el cupo establecido fue del 17%, lo que significa que ese porcentaje de uvas no se destinó a la producción de vino. Sin embargo, el mercado demandó más mosto, llevando a que en San Juan el 48% de las uvas se destinaran a esta producción, un porcentaje significativamente mayor que el promedio nacional del 24%.
Fernández sostiene que la justificación original del acuerdo, de controlar los excedentes de vino, ya no es relevante debido a que el mercado se autoregula. Además, afirma que el sector privado también está de acuerdo en que el acuerdo ha quedado obsoleto.
Sin embargo, Fernández subraya que la decisión final de poner fin al acuerdo debe ser consensuada entre las provincias y el sector privado. Aunque parece que los productores no tienen objeciones, los gobiernos prefieren evitar posibles reclamos futuros. En resumen, la idea de terminar con el acuerdo del mosto en San Juan está respaldada por el cambio en las condiciones del mercado y la percepción de que la regulación ya no es necesaria para controlar los excedentes de vino.
