Luces y sombras de la Fiesta del Sol

En la última edición de la fiesta organizada por la gestión Gioja, fueron muchos los aciertos artísticos y técnicos que lograron el respaldo popular. Sin embargo, subsisten reclamos sin resolver que ponen el foco en la transparencia de los gastos, la inversión en cultura y la apertura hacia nuevas propuestas y empresas. El balance de las luces y sombras que deja la celebración más importante de San Juan.

Por Graciela Marcet

Fiesta del Sol
Final del show Pasiones Argentinas en el Autódromo Eduardo Copello.

 

Durante los últimos días, los diarios hablaron del glamour de las reinas, el brillo de los carruajes, el impactante show en el Autódromo y la insuperable cantidad de público en los recitales. Y así fue. Sin los accidentes escenográficos ni las lluvias de ediciones anteriores, esta vez todo marchó sobre ruedas y la fiesta provincial fue todo un éxito. Las miles de personas que participaron en la Feria del Parque de Mayo, en el Carrusel y en el espectáculo final fueron el signo más claro de la repercusión que tiene la celebración entre los sanjuaninos. En el plano artístico, lo más sobresaliente volvió a ser el espectáculo final en Zonda que, a pesar de no lograr la emoción de años anteriores, mostró un alto nivel de despliegue técnico y el compromiso de los artistas, que presentaron de manera impecable su trabajo.

Una vez apagadas las luces, llegará el debate sobre el nivel de producción de la feria del Parque, la participación de los artistas nacionales y el aporte de la Fiesta a la construcción de una identidad provincial. También se multiplicarán las opiniones sobre la capacidad emotiva del show final y la pertinencia del argumento, del cual solo diremos que tuvo grandes aciertos como mostrar nuestras pasiones musicales y deportivas pero que cometió errores imperdonables al incluir en el “Rejunte de pasiones”, la frase grabada de Leopoldo Galtieri –“Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla”-, como si se tratara de una manifestación política venerable y no del símbolo de una de las páginas más dolorosas de la historia argentina.

Pero aquí preferimos dejar el debate sobre estos aspectos para hablar de los temas que la mayoría prefiere esquivar, que tienen que ver con el trasfondo de la fiesta que concentra la mayor parte de los esfuerzos y recursos invertidos en Cultura durante el año. Es justamente la inversión el punto más álgido del debate, fundado en el viejo reclamo que realiza un reducido grupo de artistas, empresarios y gestores culturales: la transparencia en los gastos de una megafiesta en la que no se realizan concursos ni se abre el juego para otras empresas que no sean las que manejan el negocio del sol para unos pocos.

Para completar el cuadro, se perpetúan formas de gastar la plata de todos para “representar a la provincia”, aún si esa representación va en contra de los avances legales y sociales que el propio gobierno promueve en materia de género. Estamos hablando de la tristemente popular elección de la Reina Nacional del Sol, sostenida por una numerosa “Comisión de Reinas”, que cobra abultadas sumas de dinero para “capacitar culturalmente” a 19 chicas y disfrazar el hecho de elegir a la más linda.

Vinculado a la férrea negativa a rendir cuentas de los gastos, se encuentra el problema global de la escasa inversión turística y cultural en una provincia que ve nacer imponentes obras, como la del Teatro del Bicentenario, pero que carece de iniciativa para solucionar los problemas de siempre, como la falta de infraestructura en los departamentos, la escasa promoción a los emprendedores locales y la tambaleante oferta de lugares de esparcimiento.

Uno de los cuadros de baile del show final Pasiones Argentinas.
Uno de los cuadros de baile del show final Pasiones Argentinas.

 

Los contratados de siempre

Aunque nunca fue blanqueado como corresponde, se sabe que la organización de la Fiesta del Sol es realizada por el Gobierno de San Juan en conjunto con empresas que realizan inversiones, cuyo monto tampoco se conoce. Esto es lo que sucede en la feria del Parque de Mayo, en donde los mismos empresarios de siempre se encargan de montar las estructuras para cobrar enormes sumas por el alquiler de un stand.

El problema surge cuando se comprueba que son pocas las empresas, bodegas y grupos privados que apuestan a mostrar su producción en la feria, que termina ocupada por los diferentes organismos del Gobierno. Más de una vez ha trascendido el descontento de los titulares de distintos ministerios por tener que gastar, de manera obligada, miles y miles de pesos para participar en la exposición, aunque su aporte se reduzca a una carpa y un par de folletos.

Este año el panorama no cambió e incluso se notó una caída en la participación del área privada. El problema no se explica solamente por la falta de visión publicitaria de los empresarios locales, sino que muestra en qué se ha convertido esta instancia de la Fiesta: un negocio para que las empresas de espectáculos que trabajan con el Gobierno durante todo el año tengan la vaca atada con los desembolsos obligados de los ministerios, municipios y demás organismos estatales.

La Feria Agroindustrial estuvo dominada por stand oficiales. La producción privada en general no encontró lugar o mayor interés en ser parte de esto.
La Feria Agroindustrial estuvo dominada por stand oficiales. La producción privada en general no encontró lugar o mayor interés en ser parte de esto.

 

Las voces que no se escuchan

En relación a la escasa inversión cultural que esconden las luces de la Fiesta, muchos se han manifestado a favor de proyectos verdaderamente inclusivos. En el año 2010, un grupo de artistas, investigadores, gestores y ciudadanos preocupados por el desarrollo de la cultura, presentó un petitorio al gobierno con demandas basadas en la investigación del panorama cultural de la provincia y amparadas en las leyes vigentes para el área.

Entre los distintos puntos, se requería la inversión del 1% del  presupuesto provincial destinado a cultura en San Juan, tal como lo sugiere la UNESCO; el cumplimiento del derecho a la cultura a todos los habitantes de la Provincia y el acceso de todos los departamentos a la información, formación y participación en la vida cultural; la ejecución de programas y proyectos a nivel provincial y municipal; la rendición de cuentas de los usos que tiene el Fondo Provincial de la Cultura, la difusión de la ley Nº 7.138 para dar a conocer a las empresas que pueden desgravar sus impuestos para colaborar con un porcentaje que contribuya a la acción cultural y un mayor respaldo a los artistas emergentes.

Después de cinco años y tras una década de gestión giojista, los artistas e investigadores siguen reclamando, pero los proyectos duermen en los cajones.

Entrada al predio de la FNS en el Parque de Mayo, vista desde adentro.
Entrada al predio de la FNS en el Parque de Mayo, vista desde adentro.

 

Patrocinando al machismo más puro

Crecimos viendo los concursos de Miss Universo y a nivel nacional nos entretuvimos comparando colores de pelo, cinturas y narices femeninas en la Fiesta de la Vendimia. Desde el 2007 San Juan reflotó la elección de la Reina del Sol, formando parte del centenar de municipios que en todo el país organizan concursos de belleza para promocionar un producto regional o, en nuestro caso, para actuar como “embajadora cultural”. ¿Pero qué dice acerca de nuestra cultura el perpetuar competencias en las que gana la más flaca o la más pulposa, la rubia simpática o la morocha de ojos claros? ¿Cuál es el valor que se transmite a las miles de personas que votan por mensaje de texto basándose en las fotos que ven en los diarios, como si se tratara de un catálogo de autos, celulares o prendas de vestir? Porque aunque parezca exagerado, ese es el mensaje subyacente a la acción naturalizada de mencionar a “las mujeres de esta tierra” como parte de los productos turísticos que ofrece un lugar para atraer visitas.

El planteo parece extremo. Pero cada vez son más los organismos que advierten sobre las consecuencias nocivas de los concursos de belleza. Esta fue la posición que adoptó la ciudad bonaerense de Chivilcoy, que el año pasado se convirtió en la primera del país en prohibir estos concursos en las fiestas populares por considerar que ese tipo de certámenes “refuerzan la idea de que las mujeres deben ser valoradas y premiadas exclusivamente por su apariencia física, basada en estereotipos” y “expresamente representan actos de violencia simbólica e institucional contra mujeres y niñas”.

Aunque las candidatas luego reciben capacitaciones con distintas temáticas, los reglamentos del concurso hablan del prototipo de mujer elegible, de entre 18 y 25 años, soltera y sin hijos. Si se trata de una embajadora cultural ¿por qué debe ser menor de 25 años y estar soltera? ¿Por qué no puede incluso hacerlo un hombre? ¿O sería muy ridículo verlos desfilar en trajes ajustados y hacer coreografías que nada dicen sobre una propuesta cultural para la sociedad? “Hay algo de las esclavitudes modernas en este tipo de exhibiciones, claro que de manera más sutil y con la anuencia de las víctimas propiciatorias de la fiesta mercantil y banalizadora de lo femenino, del cuerpo y la sexualidad” sostuvo en Página 12 la secretaria de Género de la CTA, Estela Díaz, quien agregó que “es más grave cuando es el mismo Estado el que promueve y difunde este tipo de eventos”.

Quizás sea hora de seguir el camino iniciado por Chivilcoy, que incluso reemplazó el concurso de belleza por una convocatoria que reconozca a jóvenes de ambos sexos que, en forma individual o colectiva, se hayan destacado en actividades solidarias tendientes a mejorar la calidad de vida de los barrios o localidades de esa ciudad.

 

Este año presentaron a las candidatas a Reinas del Sol 2015 con una coreografía energética.
Este año presentaron a las candidatas a Reinas del Sol 2015 con una coreografía energética.

Que el sol brille todo el año

El cuestionamiento a muchos de los aspectos inherentes a la Fiesta del Sol no responde a una oposición oportunista y aguafiestas para hacer sentir culpable a quien, con todo derecho, concurre a ella para divertirse, ver a sus artistas favoritos y sorprenderse con las novedades. Tampoco se trata de una reacción snob hacia las manifestaciones populares o de un irrefrenable inconformismo hacia toda iniciativa del gobierno. Porque no proponemos la eliminación de esta festividad ni creemos que todo proyecto cultural de esta gestión sea negativo. Por el contrario, apoyamos el crecimiento de la Fiesta del Sol como acontecimiento social, turístico y cultural que da trabajo a miles de personas y que reúne a un público deseoso de participar de diferentes manifestaciones culturales, desde las noches de cumbia y rock en el Parque, hasta las vanguardistas representaciones en el Autódromo, que año a año van construyendo una marca de identidad a través de diferentes temáticas. Pero sostener una fiesta provincial no implica hacerlo a cualquier costo.  

En este sentido, la continuidad de la Fiesta del Sol será otro de los tantos desafíos que encuentre el próximo gobierno. Para el que venga, el objetivo no solo será mantener el nivel de espectacularidad alcanzado, sino dar respuestas claras a los pedidos que siempre desoyó la gestión actual: la comunicación clara del presupuesto, la transparencia en la contratación de las empresas, el establecimiento de concursos y la apertura a nuevas formas de participación femenina y masculina, que promuevan valores ciudadanos y no la consolidación de estereotipos arcaicos que naturalizan el machismo en nuestra cultura. A esta lista, y si no es un delirio pedirlo, debería agregarse la eliminación de gastos innecesarios como la realización de cenas para los organizadores, after show, si se tiene en cuenta que no solo asisten quienes están involucrados en la Fiesta sino también los hijos, nietos y amigos de cuanto funcionario circule por ahí.

Comentarios

Compartir