La dictadura que más le pesa a Dilma

La presidenta brasileña, que fue torturada durante ese período, no ocultó el dolor por el recuerdo de los más de 400 muertos y desaparecidos durante el régimen militar de 1964 a 1985.


La presidenta brasileña Dilma Rousseff recibió esta mañana el informe final de la Comisión Nacional de la Verdad sobre las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura de 1964 a 1985 que, según el reporte, dejó 434 muertos y desaparecidos. La ceremonia le arrancó lágrimas de la mandataria, que fue presa y torturada por el régimen militar. Rousseff lloró al recordar a los militantes de izquierda asesinados por las fuerzas de represión política, muchos de los cuales siguen desaparecidos, y al afirmar que, para los familiares y amigos de las víctimas, el silencio sobre los crímenes los hace sufrir «como si ellos se murieran otra vez y siempre, día a día».

«Este informe contribuirá a que los fantasmas de un pasado muy doloroso y triste no se protejan en la sombra de la omisión», declaró la presidenta, aunque aclaró que las atrocidades relatadas en el documento «no deben ser motivo para odios o ajustes de cuentas». «Este informe contribuirá a que los fantasmas de un pasado muy doloroso y triste no se protejan en la sombra de la omisión».

La democracia brasileña se reconquistó con «sacrificios humanos irreparables», destacó la presidenta, reelegida en octubre para un segundo mandato. Al mismo tiempo, Rousseff indicó en su discurso que no pretende anular la Ley de Amnistía dictada en 1979 por la dictadura para abrir camino a juicios penales contra los militares acusados de asesinatos, torturas y de otros delitos contra los derechos humanos. A pesar de las «duras luchas» y los sacrificios, los brasileños recuperaron la democracia también «a través de pactos y acuerdos nacionales».

«Así como respetamos y honramos -y siempre lo haremos- a todos los que lucharon por la democracia, a todos los que cayeron en esa lucha enfrentando la truculencia ilegal del Estado, también reconocemos y honramos los pactos políticos que nos llevaron a la redemocratización», subrayó.

El informe

«El tercer volumen de este informe describe la historia de cada uno de los 434 muertos y desaparecidos políticos», dijo el coordinador de la comisión, Pedro de Abreu Dallari, durante la ceremonia en el palacio presidencial de Planalto. Dallari afirmó que se escucharon más de 1000 testimonios en dos años y siete meses de trabajo desde su creación, y elaboraron un informe de 4400 páginas, casi 30 años después del fin de la dictadura.

La comisión fue creada en 2011 por la propia Rousseff, que también prestó su testimonio a este grupo de trabajo, al igual que sus colegas Luiz Inacio Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso, en calidad de víctimas de la dictadura. Hasta la fecha, en Brasil se reconocían extraoficialmente unos 400 muertos durante la dictadura. Brasil no juzgó a los represores de esa época, precisamente por la Ley de Amnistía que data de 1979 y que favoreció a policías y militares que violaron los derechos humanos.

La Ley de Amnistía amparó tanto a los represores como a los miembros de las organizaciones guerrilleras que actuaron en el país, y cuya constitucionalidad fue ratificada por el Tribunal Supremo hace poco más de cuatro años. «Este trabajo es resultado de esfuerzos por alcanzar la verdad y el respeto a la memoria», pero también pretender ser un «estímulo a la reconciliación nacional», declaró la jefa de Estado. Según Rousseff, «conocer la historia es imprescindible para construirla mejor» y subrayó que «la verdad no significa revancha», sino que «es dar luz a todo lo que permaneció oculto» y permitir que «todo pueda ser explicado, dicho y sabido».

Afirmó también que «la verdad significa sobre todo la oportunidad de un encuentro con la historia» y un «homenaje a un país que ya tiene tres décadas de camino democrático y que así persistirá». Según Rousseff, el hecho de hacer público el informe este miércoles, en coincidencia con la celebración del Día Internacional de Derechos Humanos, «es también un tributo a todos los hombres y mujeres del mudo que han luchado por la democracia y ayudaron a hacer mejor a la Humanidad».

 

Fuente: La Nación

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