El Gobierno de Javier Milei está implementando medidas drásticas que afectarán a miles de empleados estatales en los próximos meses. Según fuentes oficiales, se espera que al menos 15,000 contratos de trabajadores estatales sean rescindidos a fines de marzo, mientras que otros 55,000 serán postergados por tres meses. La reducción será del 30% en el número total de empleados, con la posibilidad de más bajas adicionales en junio.
Estos recortes representan alrededor del 20% del total de contratados estatales en los ministerios, según informes de la Casa Rosada. La supervisión de esta reducción está a cargo del jefe de gabinete, Nicolás Posse, quien ha recibido recomendaciones de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) para auditar a todos los empleados estatales y verificar su función, actividad y asistencia.
El Gobierno planea realizar estas reducciones de forma gradual, evaluando la asistencia y la necesidad de cada empleado. Se espera que en junio se lleve a cabo otra ronda de bajas de contratos. Se está preparando un decreto similar al 84/2023 para instruir a los titulares de las carteras a excepcionar de las bajas a los trabajadores considerados «indispensables», quienes deberán justificar su continuidad laboral ante la jefatura de gabinete.
El objetivo es reducir las contrataciones estatales en un 30%, por lo que se anticipa que las próximas bajas equivaldrán a unos 7,000 contratos adicionales por rescindir.
Además de los recortes en los empleados contratados, se están planeando reducciones en la planta permanente en diversas áreas del sector público, incluyendo organismos como Télam, AYSA, INCAA y ANSES. Se están considerando retiros voluntarios en algunos casos y otras opciones para cerrar contratos mediante decreto. En la cartera dirigida por Mariano de los Heros, ya se han despedido a 2,000 empleados de planta permanente.
