Día de la Minería: así se gestó la actividad en San Juan

El prócer sanjuanino, Domingo Faustino Sarmiento, supo vislumbrar el alcance de la minería y ordenar la actividad.

Día de la Minería: así se gestó la actividad en San Juan

Cada 7 de mayo se celebra el Día Nacional de la Minería, para conmemorar el primer estudio geológico del país realizado, en 1813, por el naturalista sueco Carlos Linneo, quien llegó a la Argentina en la expedición del español Pedro de Mendoza en 1535.

Además, este día representa un homenaje porque el 7 de mayo de 1813 fue sancionada por la Asamblea Constituyente, la primera «Ley de Fomento Minero» propuesta por la Junta de Gobierno.

Esta importante fecha, sirve para poner en relieve que San Juan cuenta con una minería activa históricamente y que se convirtió en uno de los pilares que sostienen la economía de la provincia, a partir de su gran riqueza en recursos metalíferos, no metalíferos y rocas de aplicación.

Desde pequeños productores locales, hasta grandes compañías internacionales han transformado a la minería en la principal industria para San Juan, con perspectivas de crecimiento de gran cuantía.

La actividad minera está centrada fundamentalmente en los departamentos Iglesia, Jáchal, Calingasta, Valle Fértil, Albardón, Angaco y Sarmiento.

Si bien la entrada en producción de la mina de oro Veladero en octubre de 2005 fue un gran impacto en la vida de San Juan, los beneficios en la sociedad y la economía local ya eran perceptibles antes de la apertura del emprendimiento. Primero, con la inversión en los trabajos de exploración en el Valle del Cura, y luego con la construcción del campamento minero y obras de infraestructura complementarias.

Los años siguientes se materializaron otros dos proyectos auríferos: Gualcamayo, en Jáchal y Casposo, en Calingasta. Así, la provincia comenzó a vivir un boom en materia minera a partir de las inversiones de empresas de primer nivel mundial.

 

El Maestro de América sentó las bases de la explotación minera

Durante su mandato como gobernador de la Provincia de San Juan, el prócer sanjuanino sentó las bases para el fomento y correcto desarrollo de la minería.

Domingo Faustino Sarmiento asumió la Gobernación de San Juan en enero de 1862 con un objetivo claro: el futuro de la provincia estaba atravesado por la minería. Por este motivo, enfocó todos sus esfuerzos en desarrollar la actividad, reglamentarla y conseguir el apoyo del gobierno nacional por ese entonces. Sarmiento entendió desde un primer momento el potencial minero con el que cuenta nuestro territorio y una de las primeras medidas que tomó fue la de regularizar la labor que realizaban las empresas. En éste marco, uno de los documentos claves que almacena el Sistema Provincial de Archivos y Dirección de Archivo General de la Provincia, es un Decreto del Poder Ejecutivo provincial con fecha del 16 de julio de 1863, en el cual Sarmiento describe la informalidad en la que se encuentra el sector y como esto termina en perjuicio de los trabajadores y de los mismos empresarios. “Para cortar con tan grave mal, el Poder Ejecutivo ha acordado y decreta: Art 1: Todos los contratos de sociedad para trabajar una o más minas, o para fundar o poner en ejercicio establecimientos de minerales que existan hoy, y que no consten de documento escrito, serán puestos en esa forma antes del 1° de septiembre del presente año.

Art 2: Antes del 1° de octubre de este año se presentarán los contratos escritos de compañía de minas o de establecimientos de metalurgia a la Diputación de Minas, para que se tome razón de su contenido”. Establecía en sus dos primeros artículos este decreto que lleva la firma final del por entonces gobernador de San Juan.

A éstas alturas, Sarmiento fue el engranaje central de la puesta marcha del proceso de expansión minera, a través de la instalación de la Compañía de Minas de San Juan, organizada por él y constituida el 21 de julio de 1862, con un capital de 110.000 pesos fuertes.

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De esta manera, el visionario educador logró tener el primer registro de trabajadores y empresas, en todos los emprendimientos mineros, que se encuentran en explotación o exploración en la provincia.

A su vez, aplicó un orden del recurso que se está explotando y el destino del mismo. Además, especificó las multas que se aplicaran en caso de incumplir con las legislaciones de trabajo vigentes, la presentación de contratos ante la autoridad de aplicación o la falta de “cuentas claras”, según expresa el texto del documento.

De acuerdo a los registros de la época, en San Juan por esos años existían varios emprendimientos mineros en actividad como el del Tontal (plata y plomo) e Hilario (fundición de plata) ubicados en el departamento de Calingasta; Chila (oro) y Salado (plata) en Iglesia; Guachi (oro) y de Gualilán (oro) en Jáchal o Marayes (plata y oro) en Valle Fértil.

En éste contexto, Hilario fue la primera instalación metalúrgica del país, fue el primer gran paso de la minería en San Juan. La mina se ubicaba en el departamento Calingasta, cercana a los márgenes del río Los Patos. Hoy, pueden apreciarse todavía los restos de algunas paredes de adobe, su característica chimenea, bocas de túneles e incluso restos de escoria en sus hornos.

El Estado Provincial recuperó este patrimonio de la minería, en pos de entender el camino transitado desde la primera mina metalúrgica del país a un modelo de minería nacional. Finalmente, fue declarado Monumento Histórico Nacional en el año 2006.

Inspección de trabajos en las Ruinas de Hilario

Otro dato de la época es que la producción minera de San Juan en 1864, según las estadísticas de le época, fue de 5.250 pesos bolsas de oro en pasta y 97.812 pesos de plata en barra y mineral.

 

San Juan y sus montañas ricas en minerales

Con la minería metalífera en plena producción, en menos de una década la provincia conoció cifras económicas inéditas en su historia.

Hasta 2003, San Juan exportaba 126 millones dólares anuales en todo concepto. De la mano de la minería la provincia llegó a exportar más de 1.300 millones de dólares al año, de los cuales 600 millones correspondían al oro que impulsó al resto de las actividades como las llamadas MOI, manufacturas de origen industrial, MOAS, manufacturas de origen agropecuario y todos los esquemas de producción basados en especialidades.

Por otra parte, la minería no metalífera también dio el gran salto, especialmente la industria calera, por cuanto las explotaciones de oro son demandantes de importantes cantidades de cal, como además un sinfín de otras industrias como la papelera, farmacéutica, alimenticia, pinturas, etc.

La minería metalífera también se convirtió en factor de generación de empleo directo e indirecto porque se multiplicaron los emprendimientos vinculados a la logística, el transporte de cargas y de pasajeros y el comercio en general también recibió esos aires de bonanza.

La existencia de minerales no metalíferos en la provincia es amplia: granito, esquistos, travertinos, basaltos, bandera de piedra (lajas), canicas, esquistos bituminosos, arcillas refractarias, arcillas, áridos, diatomeas, arsénico, azufre, grafito, granate, lapislázuli, fluorita, carbón, talco, barita, caliza, dolomita, bentonita, caolinita, sulfato de aluminio, yeso, sulfato de sodio, sulfato de magnesio, cuarzo, micas, feldespato, magnesita y calcita. Sulfato de aluminio-potasio, sulfato de aluminio-magnesio, yeso-anhidrita, micas-cuarzo-feldespato, cuarzo-feldespato, cuarzo-micas.

También el sector público aportó lo suyo con grandes inversiones para la realización de obras de infraestructura como rutas, tendidos eléctricos de alta tensión, dos diques y un tercero en ejecución, construcción de viviendas, la creación de parques industriales, desarrollo de las energías renovables, etc.

En San Juan están 5 de los 8 proyectos de cobre más importantes del país

El alto potencial cuprífero de la Argentina se ubica en la zona de los Andes centrales junto a Chile y Perú, con un volumen aproximado de reservas de cobre por 1.033 millones de toneladas métricas para la región, lo que representa el 40% de las reservas mundiales de cobre. En este sentido, San Juan se posiciona como el distrito con mayor potencial para la producción en nuestro país y el continente.

La Secretaría de Minería de la Nación, elaboró un informe para mostrar la oferta cuprífera nacional, por lo que se conoció que de 8 megaproyectos ubicados en distintas provincias, 5 se encuentran en San Juan. Además, son los que se encuentran en estado más avanzado y con el atractivo de inversión mejor posicionado de Latinoamérica para el sector.

Los yacimientos en cuestión son Josemaría, El Pachón y Los Azules, mientras que Altar y Filo del Sol se encuentra en etapa de prefactibilidad. Los otros megaproyectos en cuestión son, en Salta, el proyecto Taca Taca, en Catamarca, el proyecto Minera Agua Rica Alumbrera (Mara) y en la zona norte de Mendoza, el proyecto San Jorge.

Argentina tiene la posibilidad de crecer exponencialmente en términos de cobre, ya que tiene, no sólo el potencial geológico necesario, sino que también tiene proyectos en carpeta que están muy avanzados en cuanto a su evaluación técnica y económica. Lo que pone a San Juan como el actor fundamental, ya que también cuenta con una infraestructura necesaria para el desarrollo de los proyectos, una cadena de valor fortalecida desde el sector privado, licencia social y seguridad jurídica.

 

Proyectos metalíferos

En materia de minerales metalíferos, entre los proyectos que se encuentran más avanzados en la provincia se encuentran en Iglesia: Las Taguas (oro y plata); El Carrizal (Oro); Chita (Cobre); Del Carmen (oro y plata); El Salado (cobre y oro); Cresta Vicuña-Sol (cobre, oro y plata); José María (cobre, oro y plata); Nacimiento (oro); Batidero (oro); Las Flechas (oro); Mogotes (cobre, oro y plata) y Potrerillos (oro).

En Calingasta: Altar Creek, Altarcillo y Rincón del Cenicero (oro, plata y molibdeno); Rincón de Araya (Cobre); Los Azules (cobre, oro y plata).

En Jáchal, Pescado (oro) y Las Marías (oro).

Además de los minerales metalíferos antes referidos San Juan cuenta con una abundante disponibilidad de plomo, uranio, zinc, tungsteno, berilo, manganeso, antimonio, tantalio, molibdenito y Wolfram.

Por otro lado, cabe destacar que a los proyectos mencionados se agrega Lama, en Calingasta; la parte argentina del proyecto binacional con Chile Pascua Lama está localizado en el departamento Iglesia, en el límite con el vecino país a 4.818 metros sobre el nivel del mar y a 375 kilómetros al noroeste de la ciudad de San Juan.

Se trata de un proyecto donde los elementos predominantes son el oro y plata y como subordinado el cobre.

Retomando el hilo de la historia, fue Sarmiento quien impulsó la actividad minera en San Juan, que creció hasta hoy, convirtiéndose en una industria que da fuentes de trabajo y trascendencia de la provincia a nivel mundial.

 

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