Una enfermera sanjuanina adoptó a una pequeña con parálisis cerebral

La historia de amor entre Luciana y Sheila comenzó en el preciso instante que se conocieron.


La historia inicia un 15 de febrero, en los pasillos del hospital Guillermo Rawson, cuando Sheila arribó al mundo. La pequeña presentaba hematomas y algunos signos que indicaban que la madre biológica había intentado realizarse un aborto.

Debido a una hipoxia, la pequeña nació con parálisis cerebral y los médicos no eran optimistas sobre su recuperación. Sin embargo ahí estaba Luciana, una enfermera que e enamoró de la bebé en el instante que la vio.

Mientras le pequeña permanecía internada su madre solamente la visitó una vez, lo que movilizó a Luciana y la llevó a pedir la custodia de la nena. Tan sólo tenía 25 años y debió luchar contra la gente que le decía que cometía una locura.

A pesar de ello, la enfermera luchó y sacó adelante a la pequeña, lo que marcó su vida para siempre, regalandole los días más felices.

Hoy en día Sheila crece rodeada del amor de su madre y con los mimos de su abuelo, quién se derrite cada vez que está cerca de su nieta.

A pesar de los problemas motrices y de que se moviliza en una sillita especial, Sheila tiene hoy 8 añitos, llevando una vida feliz al lado de su madre.

«Siempre está con una sonrisa ella es conocida por el amor que brinda en todas partes. Es difícil de explicar la gran bendición que es mi hija», cuenta con mucho orgullo Luciana.

 

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