El joven Club Amigos de la Infancia nos acercó una historia muy linda para compartir además de un buen ejemplo para aplicar en épocas donde el deporte compite contra la tecnología, por el interés y el tiempo libre de las nuevas generaciones de chicos.
Quien se encargó de contarle a Diario Urbano, en una grata charla sobre esta hermosa historia, fue José María Tobal, DT fundador de la CAI. “Comenzó en el 2015 por que mi hijo y mi sobrino iban a otra institución en Albardón y quienes los entrenaban lo hacían mal en la etapa de iniciación en el deporte. Les hablaban ya de táctica, de titulares y de suplentes, algo que no me gustó porque el comienzo de cualquier disciplina se da través del juego. Fue entonces que mi esposa me dijo, José por que no los entrenas en el Parque Latinoamericano. Y algo que empezó con ellos dos de a poco genero curiosidad de los compañeritos de mi hijo, que se fueron sumando, armándose un lindo grupo. Después le hicimos partido al curso de mi sobrino, luego de eso se fueron acercando cada vez más chicos de a poco. Con los que se sumaron teníamos un grupo muy variado de edades”.
Luego del curioso nacimiento la institución debía dar sus primeros pasos en cuanto a lo que competencia se refiere y José rememorando aquel entonces continúo su relato. “En Albardón se juega el Campeonato de Fútbol Infantil Albardoncito y nos metimos para participar. En esa primera experiencia nos golearon 12- 0, 14-0 y mis palabras para los chicos eran no importa, no importa, estamos empezando, es nuestro primer campeonato. Además de darles aliento porque al ser varios de menos años que los rivales de esa categoría hice hincapié en que cuando crecieran y llegaran a esa división se verían los resultados. Desde la tribuna no faltaron aquellos que criticaron mi accionar y forma de llevar el equipo” cerró el DT.
Lo que ellos no sabían es que la idea del fundador del Club Amigos de la Infancia pasaba por un objetivo más valioso que solo ganar los puntos en juego en cada partido. “Nuestra idea es que sea formativo el deporte y que lo sea de manera integral no solo en la práctica sino también en valores, resaltar el respeto, la solidaridad, cosas que hoy parecen haberse perdido. Esto es lo principal y también que jueguen todos. Decirles también que nadie es mejor que nadie, que vienen para hacer amigos, divertirse y lógicamente para aprender a jugar al fútbol. Ese mensaje es el que se da cuando llegan nuevos chicos. Cuando pasan cosas que van en contra de lo que tratamos de inculcar, paramos el entrenamiento y se refrescan esas ideas. Ellos van asimilándolo el ejemplo de eso es que cuando cometen una falta van y levantan a quien la sufrió, pidiendo sinceras disculpas por la infracción. Entendiendo así que son compañeros, amigos y que esto es un deporte donde se gana y se pierde”.
El trabajo paga, dice la trillada frase, que no por eso deja de ser muy cierta y aplicable a lo que sucedió con el CAI. Tobal continuó insistiendo y expresó como se dio la revancha en el tradicional torneo del departamento del norte. “Jugamos otro Albardoncito y ya con una categoría formada con chicos de esa edad y salimos campeones, lo que lógicamente trajo aparejado que más papás mandaran a sus chicos a nuestra escuelita. Con esos nuevos padres siempre charlamos para dejar en claro nuestros ideales y metodología de trabajo. Indicándoles además que deben dejar jugar tranquilos a sus hijos y sin presiones que los pongan nerviosos”.
El siguiente paso fue otorgarle a los chicos experiencias, que para todo aquel que practicó un deporte, pese al paso del tiempo siempre se recuerdan con nostalgia, como son los viajes con el equipo. “El primero fue a Mendoza, otro a jugar con Deportivo Barreal y también fuimos a Boca Juniors, gracias a que tengo familiares que nos hicieron el contacto para generar ese encuentro que hicimos en febrero del año pasado, donde disputamos un amistoso con los chicos del Xeneize, en la Bombonerita. El viaje incluyó también una visita al Monumental, Antonio Vespucio Liberti, la casa de River Plate. Fue una gran experiencia para todos no solo para los chicos sino también para los Profes. Buscamos darles esas cosas a los chicos que luego recordaran de grandes. En tiempos difíciles donde competimos con los celulares y las tablets. Pero no solo viajamos sino también en otra oportunidad recibimos la visita de Chimarongo de Chile, que junto a Deportivo Barreal jugamos varios partidos e hicimos un cierre en el Estadio del Bicentenario, de Pocito, algo que seguramente no se olvidarán más” contó el entrenador. Remarcando también lo siguiente: “Buscamos dejarles algo para el mañana, más allá de que no lleguen a ser deportistas de elite que se quedén con una linda experiencia de sus años en el club”.
Las salidas de la provincia no se acabaron allí ya que la institución está en plena planificación para realizar un viaje a Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba, donde se medirán con Sportivo Italiano club que inspiro los colores de la camiseta del CAI (rojo, verde, blanco y negro). El paso por la docta será el 21 de septiembre con un par de partidos amistosos y un almuerzo de camaradería.
En cuanto a los objetivos deportivos a cumplir pasan por llegar a formar con los chicos que están en la escuelita una primera división en un futuro cuando cumplan con todas las etapas previas. El joven club de Albardón trabaja con varias categorías que van de la 2006 a la 2015, siendo más de 100 niños los que nutren cada una de las divisiones. Los jóvenes valores disputan el San Juan Cup, donde se mide con Rufrano, San Martín, Alianza, Los Leones del Oeste, Juga en Primera y Amor Por la Pelota entre otros.
Es una institución donde los padres apoyan mucho tanto con aportes que sirven para los viajes como con las cuotas que ayudan a cubrir todos los gastos de compra de elementos, alquiler de canchas y árbitros, además de los sueldos de los profesores que son tres Carlos Poblete, Facundo Cerdera y José María Tobal.
El ideólogo de este proyecto, José María, no se conforma con lo logrado y va por más. “Después de haber logrado obtener la personería jurídica el próximo objetivo será tener nuestro lugar, ya que hoy alquilamos dos canchas pero necesitamos un predio más grande, algo de un par de hectáreas para sumar también más disciplinas que hoy Albardón no tiene, como el básquet, el vóley por ejemplo y así lograr otro sueño, que sería llegar ser un gran club social y deportivo, como Banco Hispano, UVT o Ausonia por ejemplo.
De una locura como la que describe Tobal surgen cosas muy interesantes. El DT hace una entrega junto a sus pares del CAI, una inversión de tiempo y de ganas para volcar sus enseñanzas sobre el fútbol en los niños e inculcarles valores universales tan importantes en la formación de cualquier persona.
