Los Raptors han dominado la mayor parte de un equilibrado sexto partido y se beneficiaron de una nueva lesión en los Warriors, la de Klay Thompson, que se retiró en el tercer cuarto con 30 puntos aportados a su equipo. El cierre fue vibrante para la conquista de la escuadra canadiense que desató los festejos de sus fanáticos al cerrar el duelo por 114 a 110.
Los Toronto Raptors son los nuevos campeones de la NBA, son el primer equipo fuera de Estados Unidos en hacerse con el título, después de imponerse en el sexto partido de la final a unos Golden State Warriors mufados que, tres días después de perder por una grave lesión a Kevin Durant, la noche del jueves vio cómo su mejor hombre en el partido, Klay Thompson, se tuvo que retirar con la rodilla maltrecha al cierre del tercer cuarto. El ex campeón siguió luchando hasta el final y contó con un triple final de Stephen Curry para cambiar el signo del encuentro. Pero no era el día del base del equipo de Oakland, que falló su tiro a 9 segundos del final con 110-111 en el marcador. Los tiros libres finales de Kawhi Leonard, que ha sido nombrado MVP de estas Finales NBA, acabaron poniendo el 110-114 definitivo.
El sexto partido de la final ha sido el más apretado de toda la serie, con numerosos cambios de líder y ningún equipo almacenando una diferencia superior a los nueve puntos. No pintaba así al principio, cuando un arranque explosivo de Kyle Lowry puso a los Raptors nueve arriba (2-11) con todos los puntos canadienses logrados por el base, que se fue con 21 al descanso. Pero Golden State fue capaz de reaccionar de la mano de Klay Thompson para cerrar el primer cuarto solo un punto por detrás (32-33).
Toronto siguió mandando apoyado en su acierto en los triples (9/16) pero ya sin grandes márgenes. Lowry aportaba lo suyo, con apoyos de Siakam y Leonard, pero los Warriors encontraban oxígeno en Thompson (18 puntos), que también fue secundado por Looney y sobre todo Iguodala, lo que les permitió no quedarse y llegar al descanso solo tres abajo (60-63).
Las cosas seguían una dinámica parecida en el tercer cuarto hasta que Thompson encadenó una racha de aciertos que dieron el mando a Golden State ante la euforia de un Oracle Arena que vivió su último partido, ya que los Warriors se mudaran este verano a San Francisco. Pero la euforia dio paso a la angustia cuando Thompson recibió una dura falta de Danny Green al intentar concretar en el aro un contraataque y maniobra en la que cayó mal. El alero se llevó las manos a la rodilla izquierda y pronto se vio que la lesión era importante. Un resquicio de esperanza ilumino a los Warriors cuando KT regreso de los vestuarios para anotar los dos tiros libres de la falta (85-80) pero allí se acabó su participación en la final.
Ese fue el principio del fin para los Warriors, que esta vez no encontraron en Curry al salvador de otras ocasiones. Los Raptors entraron al último cuarto con el partido igualado (88-88) y aunque bajaron su rendimiento fue momentáneamente ante el empuje de los reservas de Golden State, sobre todo de un Iguodala que recordaba al de sus mejores tiempos, luego lograron tomar de nuevo el control promediando la mitad del período gracias a la para nada despreciable colaboración de Pascal Siakam (26 puntos) y a la exhibición de tiro de Fred VanVleet, autor de 12 de los primeros 18 puntos de su equipo en el cuarto final.
Una afortunada canasta de Kyle Lowry a 2:14 del final abrió una brecha de seis puntos (102-108) en un partido muy ajustado. Draymond Green clavo un triple para sellar su triple-doble (11 puntos, 19 rebotes y 13 asistencias) y dar vida a los Warriors y DeMarcus Cousins coloco así a los locales a solo un punto con 46 segundos en el reloj (108-109). Toronto continuo ganando por uno (110-111) cuando inicio su último ataque a 18 segundos del final pero los Warriors lograron forzar la pérdida de balón de Danny Green con una gran presión en todo el campo.
Tras superar un obstáculo tras otro, Golden State contó con una última chance para cambiar la suerte en la final. La jugada fue buscar un triple de Stephen Curry pero esta vez el lanzamiento del base fue largo y el rebote de Leonard y las posteriores faltas acabaron sentenciando el partido para Toronto, que puso el 4-2 en la serie final tras ganar los otros tres partidos fuera de casa.
