El organismo provincial que más feliz hace a las familias sanjuaninas necesita acomodarse a los nuevos tiempos que vienen: contemplar a las parejas jóvenes.
En los últimos años el IPV tuvo una importante reestructuración para poner en movimiento un organismo indispensable para cualquier Gobierno. Con una deuda histórica con la vivienda propia para cada familia sanjuanina, el número final acumulado para darle respuesta a la amplia demanda ronda los 50.000 inscriptos.
Y a pesar de las miles de viviendas que se han entregado por año, la reactivación del proceso llevó también a una ola de nuevos inscriptos que engrosan aún más la lista de futuros propietarios.
En este escenario y con buen atino, el IPV decidió distribuir cupos obligatorios de viviendas para ciertos sectores más vulnerables de la sociedad.
Es así como familias con personas con discapacidad a cargo tienen su cupo especial, al igual que los integrantes de las fuerzas de seguridad local y excombatientes. Sin embargo, hay una deuda que aún no han podido saldar: las nuevas familias de parejas jóvenes.
Ante esta situación, la diputada provincial Diana Luna Font recordó el proyecto que presentó al respecto en la Legislatura. El mismo contempla, para cada proceso de entrega de barrios nuevos, un 10% del total de viviendas para que sean destinadas exclusivamente a parejas de entre 18 y 36 años de edad cada uno, estén casados o en concubinato, con o sin hijos. También se contempla en este cupo a personas solteras que tengan alguien a cargo, ya sea ascendentes o descendientes.
En particular se trata del Programa de Vivienda Joven, el que fue consensuado con el Ejecutivo local y que para su tratamiento en Comisión legislativa contará con la participación del Ministro de Infraestructura para que se evalúe la concreta viabilidad de la iniciativa.
