Lo que nos mueve: ¿Qué nos hizo Menem?

Yo nací y crecí en la década de los 90, y hasta el 2000 fueron tiempos en los que viajaba 3 o 4 veces al año y compráramos autos 0KM dos por tres. Los tiempos de Menem, post hiperinflación y vuelta a la Democracia de Alfonsín, fueron una pantalla de humo bastante compensadora. De hecho, fue la única década en la historia del país en la que no hubo inflación.

A un año casi exacto de las elecciones generales, me encuentro en internet un videíto bastante viral que anticipa la Campaña Menem 2015. Claro que no creemos que sea del todo oficial, pero sin duda detrás de este pequeño spot se esconden ciertas intenciones. Me pregunto, ¿por qué aparece este video? ¿Existe realmente la posibilidad de una tercera presidencia de Menem?

Yo, particularmente, creo que el ex presidente y actual Senador Carlos Menem no tiene chances. Pero quiero pararme en el pueblo argentino y dilucidar cómo la situación económica históricamente define el tipo de gobierno y política que vota el ciudadano.

La vuelta de la democracia implicó un reacomodamiento de las bases institucionales. Lógicamente, de la mano vinieron crisis sociales, políticas y económicas. Entre ellas, se vivió la inflación más grande de la historia, en 1989. El austral alcanzó índices de devaluación altísimos y este “detalle” terminó entre otras cosas con el gobierno radical de Raúl Alfonsín.

Los argentinos funcionamos así y por ahora, no mostramos intenciones de cambiar. Cuando nuestro bolsillo sonríe, la política no existe. Menem logró instalar en la conciencia colectiva argentina una sensación de confort sin precedentes.  De repente, pasamos de guardar mercadería en nuestros estantes por los aumentos de precios, a comprar lo que nos entrara en ganas por un solo peso.

Casas, autos, viajes al exterior, electrodomésticos…todo estaba a nuestro alcance. La Ley de Convertibilidad de Cavallo fue el opio que no nos dejó mirar más allá, y ver como de a poco el Estado iba desapareciendo en manos del neoliberalismo. Fueron años de gloria, para algunos.

Así como fue la era que más me satisfizo materialmente, nunca vi tantos niños comiendo de las acequias y golpeando puertas para pedir. Detrás de las puertas sin llave, las tardes de mates en la vereda y las corridas hasta las once de la noche por el barrio (parecía que nadie podía tocar tu seguridad) una Argentina miserable comenzaba a hervir.

Pasaron muchos años para que entendiéramos nuestro nuevo país y después de tanta inestabilidad solo quisimos disfrutar de esta “belle epoque” que nos tocaba.

La ebullición comenzó a notarse a fines de los 90´y De La Rúa tuvo que dejar la Casa Rosada por los aires: cuando el cuento de hadas terminó para los argentinos, salimos a las calles y nos acordamos de la política. Nos acordamos de los pobres. Nos acordamos de los servicios públicos y la seguridad del Estado.

Hoy aparece un spot que nos propone pensar en la “presidencia histórica” de Menem. La tercera. Desde que el Gobierno Nacional y Popular comenzó a mostrar baches que se trasladaron a nuestros bolsillos, aquella conciencia colectiva de los 90 resurgió, fuertemente.

Es lamentable que solo nos domine la economía, pero a la vez entendible. Además, termina siendo un reflejo de la situación general del país. Lo loco es que no tengamos memoria: pensemos también que “baches” políticos estamos evadiendo, y maduremos. Si somos capaces de creer en la vuelta de un presidente con sentencia judicial por venta ilegal de armas, poco aprendimos.

Hoy la inflación SE COME aceleradamente nuestros ingresos, hasta nuestro estómago, y también se come todo lo que supuestamente aprendimos de política. No lo vemos, el argentino solo quiere GUITA. Quiere poder comprar, consumir, hoy el argentino vuelve a mostrar su tendencia neoliberal.

Entonces, ¿es descabellado pensar que un tercer Menem luego de la situación económica que va dejando este proyecto? ¿No es acaso lo que mucha gente espera? Quizás este spot no tenga nada que ver con la realidad, pero si es una bomba lanzada al vacío para comprobar la hipótesis de que millones de argentinos, quieren una década como la de Menem.

Total después vemos ¿no? No  será Menem, pero sin duda muchos nuevos frentes y partidos vienen trabajando una línea similar, claro que no inocentemente. Funcionamos así de básicamente y los políticos lo saben. Nosotros lo sabemos, y entendemos que hay logros que no podemos destruir, pero no estamos dispuestos a arriesgar nuestro bolsillo por un país mejor. ¿O sí…?

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