Entre el escenario inflacionario actual y la baja del consumo, muchos sectores productivos del país no consiguen salvar sus costos en plena cosecha. ¿Qué pasará con los miles de trabajos dependientes de esta industria?
La CAME hizo sentir su preocupación por la situación crítica de distintas Economías Regionales en crisis. Y en Cuyo el sector vitivinícola es el que más fuerte siente el impacto económico, aunque no sean los únicos.
Desde sectores productores de frutas, cítricos y hortalizas (manzanas, pera, olivas, uvas), legumbres, miel, yerba, entre muchos otros, se han pronunciado por demás preocupados por la baja rentabilidad que obtendrán por sus producciones aún en el momento más fuerte de la cosecha.
Es que en este escenario, los costos de producción del campo superan por amplio margen el monto cobrado por cada productor, pero luego cada producto puesto en góndola con precio para el público se eleva en un 1000% respecto del original.
Por ejemplo, los productores sanjuaninos reciben $8 por cada kilo de uva, mientras que en góndola el precio ronda los $80 y el costo de producción se ubica sobre los $10.
Ante el caso, la opción propuesta por la CAME para mejorar las condiciones actuales del sector productivo es una reforma tributaria que apunte a una reducción en el costo de contratación de mano de obra destinada a la cosecha, la que hasta ahora no ha tenido una respuesta oficial.
