Familia de Médicos por la vida

Se trata de la familia Antequeda, todos dedicados a la salud. Desde su padre quién es ginecólogo como dos de sus hijos que siguieron la misma especialidad, un endocrinólogo y dos hermanas que se dedican a la rama de la psicología y psicopedagogía. Una familia completa que lucha para que no se apruebe la ley del aborto.


La historia familiar se remonta a la época en que su padre estudiaba en Córdoba, donde conoció a su novia, quien lo llevó a transitar el camino de fé. Pablo relata que su papá tuvo una conversión al punto de que hoy es diácono. Allí comenzó una historia que lleva a que toda la familia es católica practicante y defensora de la vida.

Pablo Antequeda nos dijo que: «la defensa de las dos vidas, trasciende lo religioso y lo médico. Esto tiene que ver con lo humano». El mismo es casado, padre de familia y egresado del Colegio Don Bosco.

Pablo nos compartió sobre que: «Esto que está pasando me produce una profunda tristeza, estas ideas que nos quieren traer son de afuera y son modas. Con esto retrocedemos muchos años». Además, Pablo nos contó que poco le interesa ser criticado por su religión.

Tuvo la experiencia de como profesional de la salud, poder ver el parto de una de sus hijas y participar de los nacimientos de otros integrantes de la familia.

El profesional, nos comentó que también se desarrolla en la salud pública, donde trabaja en el hospital Rawson, el mismo relató algunos hechos: «cuando una mujer llega con un aborto provocado niegan que hubieran hecho maniobras abortivas. Esto se pregunta para saber cuál es el protocolo de medicación”.  Además “cuando se logra entablar una relación con una paciente y se le pregunta sobre esa situación se produce un silencio en la mujer o un quiebre en la voz. En ese momento es cuando comienza el relato y es una fecha que nunca se olvida, la conciencia te persigue. En el consultorio compartimos el oído y las mujeres se lamentan no haber tomado la decisión correcta. Es el trauma post aborto”.

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