Jonathan Espinosa se había ido de mochilero y sin comunicación a las sierras cordobesas. Su madre estuvo en vilo una semana. Su padre viajó a buscarlo y movió el avispero. Un policía lo vio caminando y lo trasladó a la Comisaría para el reencuentro.
La falta de comunicación puede resultar una mala decisión en algunos casos, como este por ejemplo. Una familia entera preocupadísima durante una semana y dos provincias movilizadas por un joven que no avisó sus planes de vacaciones sin celular.
La madre del muchacho de 23 años hizo pública la desaparición del joven la semana pasado, cuando él se comunicó con ella desde Córdoba, le dijo que volvería a San Juan ese mismo día y nunca más supo de él.
Un policía de Carlos Paz lo encontró caminando despreocupado y sin ningún inconveniente de salud por las calles. Lo reconoció gracias a todos los carteles que su familia había pegado en el lugar. De inmediato lo trasladó a la comisaría para prestar declaración y reencontrarse con su padre.
Fue justamente a Rafael Espinosa quien Jonathan le contó que no sabía que lo buscaban y que estuvo durante la semana pasada recorriendo en las sierras de Córdoba, donde no encontró corriente eléctrica para cargar su celular y avisarles de su paradero.
