Hace días su mujer se lo llevó de la morgue, lo veló, lo enterró y lloró. No era su marido, la morgue del Hospital Marcial Quiroga le entregó otro cuerpo. Luego del sufrimiento de la exhumación, el cambio de cuerpo nuevamente y el duelo potenciado, resta dar una respuesta sobre la responsabilidad de la morgue.
El Diputado Juan Sansó presentó un proyecto de comunicación ante la Cámara de Diputados, con pedido de informe por el caso en específico, y en general por el funcionamiento de las instituciones dependientes del Ministerio de Salud de la Provincia, y esos errores gravísimos que de vez en cuando conocemos. Porque habrá más, no mediatizados.
Ahora bien ¿es necesario que este tipo de casos deba burocratizarse de tal forma? En verdad no debería llegar a instancias como la Legislatura Provincial, un tema que mucho antes debería encontrar respuesta. Mínimo, la morgue debe contar con los datos de aquellos cuerpos que ingresan y egresan día a día.
“Como aún no está claro cómo se sucedieron los hechos referidos del cambio de cuerpos, suponemos que se debió a un error y que no existió mala fe en lo sucedido, no obstante deja entrever una falla en el procedimiento de manejo de cuerpos en la morgue”, reza el comunicado del Diputado.
De todas maneras, el pedido de informe de ACTUAR tampoco presenta información certera acerca del procedimiento que debe llevar a cabo la morgue y sus protocolos, a lo que no se accede fácilmente.
No sabemos cuánto tiempo reste para que este error tenga solución y no vuelva a ocurrir en adelante. Como aún no tienen respuestas los robos de bebés delante de la seguridad de los hospitales, muchos casos de mala praxis, cambios de bebés en sanatorios públicos y privados, o abortos clandestinos en el ámbito público. ¿Quién se hará cargo?
