Manuel Valls, el primer ministro francés, anunció un plan de lucha contra el racismo.
El programa contra el racismo dispone entre otras medidas, que el racismo y el antisemitismo establezcan «circunstancias agravantes» de un delito.
El primer ministro resaltó que «el racismo, el antisemitismo, el odio hacia los musulmanes, los extranjeros, la homofobia, aumentan de manera insoportable. Los franceses judíos no deben tener miedo por ser judíos y los franceses musulmanes no deben tener vergüenza de ser musulmanes», expresó durante una visita a Créteil.
Será posible comenzar acciones judiciales de grupo contra las discriminaciones, sean éstas por los orígenes o por la orientación sexual de las personas, aunque el Parlamento retenga las propuestas del gobierno.