Se trata de los afganos de la organización humanitaria británica «Save the Children».
Los colaboradores de la ONG habían sido secuestrados hace dos meses, informó un funcionario del Gobierno afgano.
Los cadáveres de los asistentes de la ONG, todos con heridas de bala, fueron hallados en el distrito de Jinarto.
Por el momento, nadie reivindicó los asesinatos ni se conocen los móviles del crimen. Sin embargo, medios de comunicación locales informaron, citando a familiares de las víctimas, que los rebeldes talibanes habían exigido la puesta en libertad de combatientes encarcelados.