El sector gastronómico es uno de los más golpeados por la crisis.
«Sólo en septiembre tuvimos una baja de 1100 afiliados, incluyendo despidos y salidas acordadas, pero según nuestros cálculos las pérdidas de puestos de trabajo fueron mucho más numerosas, y si se incluyen los despidos en negro estamos calculando que en el mes se cayeron más de 3000 empleados de la industria», explicó Dante Camaño, secretario general de la Unión de Trabajadores de Hoteles y Gastronomía.
Por su parte, las estadísticas del Gobierno confirman la situación. Según la Dirección de Estadística y Censos de la ciudad, en el segundo trimestre del año, y pese al alza de la inflación, la facturación en pesos de los restaurantes cayó un 4,1%, tomando como base las declaraciones juradas del impuesto sobre ingresos brutos.